He estado algo desconectado de mi. Tuve una recaída en mi proceso de adicciones. Me estoy enamorado de una chica de Bilbao estando yo en Madrid... Está siendo complicado no tenemos un entorno favorable... Y la verdad es que ha sido todo este último mes y me jode porque le mostré una cara seria con el tratamiento y fíjate tantas emociones me han desbordado.... Os dejo por aquí unas palabras que me sirvieron a mí. Ya estoy volviendo a mis hábitos y a mí centro. Lo consideraré parte del proceso.
La paz no siempre está en lo fácil. A veces implica soltar personas, hábitos o caminos que ya no reflejan quién eres hoy. Puede doler, sí… pero también puede ser la puerta hacia una vida más auténtica. No todo lo que se queda suma, y no todo lo que se va resta. Tu evolución también implica reconocer lo que ya no vibra contigo.
La paz llega cuando te escuchas sin miedo. Cuando dejas de forzarte a encajar donde ya no floreces. Cuando te permites descansar sin culpa, elegir sin justificarte y avanzar sin pedir permiso. Y aunque el mundo diga que es egoísmo, tú sabes que es amor propio… el más profundo y necesario.
Piensa en la paz como esa fogata interior que te calienta en medio de la noche. No es un fuego que arde por intensidad, sino por constancia. La cuidas al poner límites, al decir “no” cuando tu energía lo necesita, al elegir relaciones que te traten con suavidad y al caminar hacia espacios donde tu alma se siente en casa.
La vida siempre te muestra señales. Una sensación en el pecho, un pensamiento que vuelve, una sincronicidad que aparece justo cuando la necesitas. El universo no grita: susurra. Pero para escuchar, necesitas bajar el ruido, respirar hondo y confiar en lo que sientes más que en lo que temes.
Elegir la paz no es pasividad, es valentía espiritual. Es decidir que tu bienestar vale más que cualquier expectativa ajena. Es recordarte que tú también mereces calma, claridad, cariño… y que un día, sin darte cuenta, todo lo que hoy te pesa se convertirá en luz para tu camino.
Si tienes que elegir, elige lo que le dé descanso a tu alma. Lo que te haga sonreír sin explicación, lo que te devuelva la esperanza, lo que te haga sentir hogar. Porque cuando eliges la paz, la vida misma se ordena, tu energía se limpia y tu destino se abre.