Hola Elena, yo pasé por una hiperoscopia dos veces. Mi cirujano es súper bueno. En ambas ocasiones me recomendó no hacer ejercicio durante dos semanas. Sobre todo la primera semana se puede sangrar, dependiendo de si te han hecho también un tratamiento de las paredes uterinas o no. Necesitas cicatrizar y eso es diferente en cada cuerpo. Yo, habiendo pasado por ello dos veces, y en ambas tuve bastante sangrado los primeros días, aunque esto es variable, te recomiendo lo que me dijo mi cirujano: no levantes nada de peso, no hagas grandes esfuerzos, camina todo lo que quieras - date paseos para no quedarte enquilosada, haz estiramientos muy muy suaves de tronco superior, duerme muchas horas - date ese gusto -, medita, y el yoga nidra que comentas creo que es genial. ¿Te han dado unos días de baja laboral? A mí me dieron 10 días y la segunda vez dos semanas. Yo tuve dolor los primeros días, sobre todo la segunda vez y, como tolero mal las medicaciones, tuve una reacción adversa alérgica a un anti dolor. Como estaba con dolor me dieron una baja un poquito más larga, pero como me practiqué ambas cirugías en Francia, no sé cómo funciona en el sistema sanitario español o de otros países. Te vas a poner bien y todo el malestar que el pólipo te puediera estar provocando va a desaparecer, ya lo verás! Besotes y ánimo 🩷🩷🫂🩷🩷
comentó en Buenas tardes familia 🤩Hace días que ...
16 de abr 09:12
Gracias por compartir tu historia, preciosa! Es muy inspiradora, eres una luchadora! Sabes? Me alegro de que tu médico te dijera lo que te dijo. Verás, mi madre es neurobióloga y ha trabajado muchos años con hospitales para trasladar la investigación de biología básica a una aplicación en el campo médico. Su especialidad era el efecto de los campos magnéticos en nuestro sistema neuronal. Cuando empezó en este campo junto a mi padre, que es físico especializado en magnetismo… bueno… los tildaron de puros locos. Y al final de sus carreras recibieron, tras unos 25 o 30 años en el campo, trabajando codo con codo, mucho reconocimiento. Mis padres han retirado antenas de telefonía móvil que estaban pegaditas a pueblecitos, a ciertas zonas en ciudades… han retirado muchas. También han trabajado creando sistemas de cancelación de campos magnéticos en el ejército aéreo. Los pilotos están sentados sobre puras bobinas.
Lo que observó mi madre haciendo estudios epidemiológicos es la gran incidencia de determinadas enfermedades en personas de cualquier edad que viven junto a zonas donde ciertas ondas magnéticas (no todas los tipos son malignos, de hecho las hay súper beneficiosas) eran de una emisión enorme. Una de las enfermedades más habituales era la fibromialgia. Sé en qué consiste porque yo padecí “Falsa fibromialgia” por motivos en los que no voy a entrar ahora. Se encontraba con docenas de personas diagnosticadas de fibromialgia, súper medicadas, y cuya calidad de vida se había deteriorado de una forma alarmante. Bueno, cada vez que retiraban una antena de este tipo, mi madre regresaba a hacer controles y en pocos años la salud y calidad de vida de muchas persona había mejorado.
La fibromialgia, y esto es algo que muchos neurólogos que no saben biología celular básica no dicen, está muy relacionada también con la alimentación. En el año 2008 creo que es, tal vez más tarde, se empezaron a estudiar en un laboratorio de Viena, los efectos de la nutrición a nivel neurológico. Los resultados fueron alucinantes. Es como si, de pronto, hubieran visto la luz, una solución para miles de personas diagnosticadas de fibromialgia y otras enfermedades de carácter neuropático. Las intolerancias alimentarias se empezaron a considerar (no hablo de alergias que son otra cosa) y descubrieron a la gran desconocida: la histamina, un neurotransmisor súper importante y hasta entonces olvidado o simplemente asociado en exclusividad con las alergias.
Como resultado, decidieron tratar a personas con fibromialgia y otras enfermedades paralizantes con dieta baja en histamina. Todas sin excepción tenían la histamina por las nubes. Y mis padres desarrollaron un tratamiento por campos magnéticos para ayudar en la recuperación. El primer hospital en el que se aplicó, porque es donde trabajaba el equipo médico que estaba en contacto con ellos, está en Madrid.
El régimen vegano (que no vegetariano) ayuda a limpiar el cuerpo de forma impresionante. Hay un libro que te gustará: “El estudio de China” de J. Campbell. El título original es “The China Study” pero la última vez que lo busqué para alguien le habían cambiado el nombre, retirando lo de China. Lo encontrarás sin problema en cualquier formato, imagino, porque está traducido a muchísimos idiomas. Cuando leas la historia de este médico alucinarás.
Yo hice dieta vegana por tres años, estuve muy enferma y me ayudó de una manera increíble en la recuperación, no sólo física sino también mental. Entré en ella paulatinamente, entrar de golpe no es bueno. Hay que hacerlo poco a poco y hay buenos libros que explican cómo hacerlo. Al mudarme aquí, no pude seguir con el veganismo. Por motivos familiares, las personas a las que cuido deben comer de todo y no podemos estar cocinando tres comidas diferentes al día. Sin embargo soy fiel a mis intolerancias alimenticias y no como nada que contenga los elementos a los cuales soy intolerante. También, por el proceso tan largo por el que pasé, y, como tú bien dices, ese miedo a recaer y volver a sentirnos súper mal, he aprendido como tú a escuchar a mi cuerpo, de modo que el % de producto animal que como en relación a todo lo denás es realmente bajo. Mi marido? Él sería vegetariano sin pensarlo! Cuando me hice vegana se unió a mí para facilitar las comidas y le sentó súper bien. Él es súper deportista y sentía la energía física y mental a tope.
Ahora somos más vegetarianos que veganos. A veces hay que introducir elementos animales por los mayores de los que cuidamos, pero no mucho. Las proteínas animales no son indispensables para nosotros.
Mi marido tiene un primo que era boxeador y atleta y, a sus 20 años se quedó postrado en una silla de ruedas y le dijeron: mira, olvídate de caminar y puede que vaya a peor. Ya imaginas el diagnóstico. Y no se lo creyó. Esto fue hace 40 años, él tiene 60 ahora. Es entrenador personal y nutricionista, trabaja en NY. Volvió a caminar, y lo hizo sólo. Cambió toda su alimentación. Es americano, mi marido tiene familia americana. Su madre cocinaba genial, era francesa. Él no comía más que comida basura y mira… lo pagó caro. Se hizo vegetariano, luego vegano y finalmente crudo vegano. Y lleva así 40 años. Está sano sanísimo y es enorme, súper fuerte. Sus hijas llevan comiendo como él desde muy pequeñas y no caen enfermas jamás, es alucinante.
Yo no podría comer como él, es muy extremo.
Y todo este mega ROLLO para decirte: “Te veo, no estás sóla y tu historia la he visto repetida muchas veces a través del trabajo de mis padres, y en mí misma con ciertas variantes.”
Sigue así, y, si te gustan los libros, lee el del doctor Campbell. Sobre todo si el efecto de la nutrición a nivel cuerpo/mente te interesa.
Un besote y gracias por ser tan valiente y abrirte 🩷🫂🩷